La segunda temporada de Homeland
sigue con la marcha a medio gas. Si bien notamos una mejoría respecto a la
premiere de hace una semana, todavía sigue sufriendo de altibajos que hacen
palidecer el resultado final de los episodios. Pero vayamos por partes.
Carrie contra Saul, contra la CIA,
contra Peter... incluso contra su familia. Saul sigue en su empeño de usar a
Carrie como chivo expiatorio del atentado del 12/12 y la reacción de Carrie,
intentando contactar con una periodista para sacar los trapos sucios de la CIA
a la luz, no ha hecho más que empeorar su situación. Sin el apoyo tan siquiera
de su padre y de su hermana, Carrie se encuentra ahora internada y sin muchas
opciones a la vista.
Si Carrie nos ha dejado varios de
los mejores momentos del episodio, Dana nos ha dejado los peores. La hija de
los Brody sigue con sus historias que no interesan a nadie. Y lo que es peor,
cada vez acapara más minutos en pantalla y entorpece el ritmo de los episodios
de forma alarmante. Mucho más interesante han resultado las intervenciones de
Fara y de Peter Quinn. La primera, interpretada por Nazanin Boniadi -a quien
vimos no hace tanto tiempo como Nora en 'How I Met Your Mother'-, acaba de
aterrizar en la serie y no podemos más que darle el visto bueno. Se nos
presenta como una informática inteligente, astuta pero todavía demasiado
inexperta para moverse en los terrenos en los que está metiéndose. ¿O quizá
sabe más de lo que parece?
En cuanto a Peter Quinn, nos
seguimos encontrando al mismo enigmático personaje de la pasada temporada.
Sabemos que está ayudando a Saul en su acoso y derribo a Carrie, pero también
ha mostrado sus discrepancias al respecto. ¿Acabará Carrie recibiendo alguna
ayuda inesperada por su parte?
Y hasta aquí todo lo que ha dado
de sí este 'Uh... Oh... Ah...' de Homeland. Os dejamos con el tráiler del
próximo episodio, que trae consigo un esperado regreso por todos.
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